viernes, 21 de agosto de 2009

Dionisio en calzoncillos


(repetir murmurando, cada vez más rápido:)
Vení vino por las idas
digo ido por el vino


cooooooooooooooooorre!

COOOOOOOOOOOORRE!

Agita el pitulín!

bebe libre
bebé libre
que hay canilla sin cadenas sin corral

corre!

Agita el pitulín!

agua va!

corre al río a la escondida y vomita allí tu alma
lávala y regresa humedecido
por más vino

corre!

A regar las plantas de tus pies humedecidos
el verde del abrazo enfurecido

Agita el pitulín!

Evohé! dice la loca enredadera
la oscura mutisia enroscada!

Quiñilhué! Evohé!

La tierna madreselva,
trepadora, se expande
y la letra se achica!

Corre por más vino!
Evohé!

dados




Nombrás una cosa como un dado, largalo con fuerza, que tiene que rodar varias caras antes de asentarse en la superficie lisa cuando se le acabe el impulso... siempre y cuando sea lisa la superficie porque en caso de alguna irregularidad vuelta a rodar el dado la cosa la palabra y ni te cuento si hay pendiente, si hay pendiente el salto se multiplica y va nombrando más cosas hacia abajo profundo.

Vos viste las piedras caer la ladera? Escalones de roca las rebotan y resuenan PAC! y hacen pausa girando en el aire bailarinas, y se lanzan furiosas de haber olvidado el deber de caer y no girar graciosamente en el aire, más bien cortarlo hacia abajo en clavado denunciando que no las retiene, increpando a los bordes que las rebotan PAC! y con más fuerza las largan.

Y ya miran el lago los dados majestuosos como cóndores silbando en el aire, pero ellos callados en picada de frente al agua acelerando el clavado y PLAF, parece que ya está, y el alma se le va en torno con las gotas salpicadas en aureola y ahora el dado ralenta sus caras llegando al fondo oscuro que le irá disolviendo de a poco las marquitas dejando sólo un relieve en Braille invertido para algún buzo afortunado... si no lo morfa una trucha.

Borra

Hay una puerta al fondo del café negro
entre la borra

Una puerta que mira hacia arriba
cuarto a la espera de ser inundado

Una taza bajo la taza sobre la taza sobre mi plato
multiplica un rascacielos de frágil cerámica

En este circo exponencial de torres de café
la taza de arriba, que baila frenética, no sabe
que ya no hay pulso que salve el ruidito
solapado al parloteo de las tazas

amenaza de sismo continuo
temblando en las propias palabras

Quiero decir

Quiero decir unas palabras
de lo que quiero

quiero un Gran Tazón Rojo y al fondo
una mirada por llenar

quiero no sé
que venga la lluvia que moje
mi invocación de brujo
mi círculo inútil

remolinos en frío

mi boca reseca
mi arena y mi tacita roja
que se hizo chiquita

quiero algo que abrigue tres cachorros y no puedo
una pala de tierra quiero
enterrarme a veces

tres cachorros resecos
quiero decir algo de ellos
su rinconcito destetado

decir algo en fin
de lo que tengo olvidado

miércoles, 19 de agosto de 2009