viernes, 21 de agosto de 2009

dados




Nombrás una cosa como un dado, largalo con fuerza, que tiene que rodar varias caras antes de asentarse en la superficie lisa cuando se le acabe el impulso... siempre y cuando sea lisa la superficie porque en caso de alguna irregularidad vuelta a rodar el dado la cosa la palabra y ni te cuento si hay pendiente, si hay pendiente el salto se multiplica y va nombrando más cosas hacia abajo profundo.

Vos viste las piedras caer la ladera? Escalones de roca las rebotan y resuenan PAC! y hacen pausa girando en el aire bailarinas, y se lanzan furiosas de haber olvidado el deber de caer y no girar graciosamente en el aire, más bien cortarlo hacia abajo en clavado denunciando que no las retiene, increpando a los bordes que las rebotan PAC! y con más fuerza las largan.

Y ya miran el lago los dados majestuosos como cóndores silbando en el aire, pero ellos callados en picada de frente al agua acelerando el clavado y PLAF, parece que ya está, y el alma se le va en torno con las gotas salpicadas en aureola y ahora el dado ralenta sus caras llegando al fondo oscuro que le irá disolviendo de a poco las marquitas dejando sólo un relieve en Braille invertido para algún buzo afortunado... si no lo morfa una trucha.

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