jueves, 31 de diciembre de 2009

Permanecer junto a un árbol esperando una liebre

Durante el Período de la Primavera y el Otoño, en el Reino de song, había un campesino muy diligente. Todos los días trabajaba con ardor en el arrozal con esperanza de conseguir mejor cosecha.

Un día, después de mucho tiempo de trabajo, se sentó apoyándose en un árbol para descansar. De súbito, una liebre corrió a gran velocidad hacia el árbol y por descuido se estrelló contra el tronco y murió.

No cabía en sí de júbilo, el campesino cogió la liebre y dijo:
- Si todos los días pudiera obtener una liebre como hoy, ya no tendría que trabajar.

Desde entonces, permanecía todo el día junto al árbol abandonando el arrozal sin cultivar. Aunque esperó mucho tiempo, no volvió a aparecer otra liebre, y el pobre campesino no tuvo otro remedio que seguir sufriendo de hambre esperando que se estrellase otra liebre.

Este proverbio se usa para burlarse de los que se obstinan en ilusiones vanas o en error o para los que pretenden cosechar sin trabajar.

(Julia Sun, El origen de los proverbios chinos)

Tirar de los brotes de las plantas para que crezcan más pronto

Un campesino del Reino de Song se preocupaba todos los días porque crecían muy lentamente las plantas de arroz. Un día, como de costumbre, llegó al arrozal para trabajar. Le parecía que las plantas no habían crecido nada, y se puso a pensar qué método se podía utilizar para que crecieran más pronto. De súbito, se le ocurrió una idea. Sin ninguna vacilación, se lanzó al arrozal y empezó a tirar hacia arriba del brote de cada planta de arroz.

Al atardecer, concluyó por fin la gran tarea usando la manera que se creía estupenda, y luego volvió a casa muy contento. Apenas llegó a casa, se apresuró a contarle a su esposa su nuevo método:
- Te voy a contar una cosa maravillosa. Hoy he concebido una magnífica idea que ayuda a crecer más altas a las plantas de arroz.

La mujer, no sin dudas, mandó a su hijo al arrozal para averiguar lo que había sucedido. Con mucho entusiasmo, el hijo llegó al arrozal, y de hecho descubrió que las plantas estaban más altas, pero todas inclinadas como si fueran a marchitarse pronto.

Este cuento nos indica que todas las cosas del mundo tienen su orden. Si usamos de medios violentos, rompiendo el orden, para obtener antes el resultado, en lugar de tener éxitos, podemos arruinar todo.

(Julia Sun, El origen de los proverbios chinos)

lunes, 28 de diciembre de 2009

Palabras de


Si pensamos en
términos de herramientas en vez
de en términos de
contenidos asociados a
objetivos, estaremos
sintetizando éstos últimos en un solo
concepto, ya que la herramienta no
existe sin un
objetivo implícito, porque es, como
dijimos, un concepto de por sí
instrumental. A la vez, pensar en
herramientas implica pensar en un
objeto de conocimiento que es
abordado mediante diversas
estrategias, y son esas estrategias lo
que enseñaremos, más que el objeto en
sí.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Amor Platónico




Te ve
te ve y vos la ves
se miran y no importa nada más

se bastan el uno al otro
no te da de comer es más bien al revés
igual no importa son el uno para el otro
no nos importa lo demás escapemos mi amor
rompamos las ataduras de la realidad

amor sin barreras
ella te ve y vos la ves en el medio no hay nada
vuela una mosca negra que no puede prestar atención
no tiene alma o sea
no tiene el instinto de amarla

ella habla todo el tiempo y vos en silencio asentís
la dejás le das pie
debe tener razón si habla tanto

Se miran en un puente
eterno como los del viejo B...
que mezcla los días,
ya no ve el calendario que pasa

Es un plano larguísimo
dura horas
verlos mataría a una planta de aburrimiento

Si les falta besarse y quedarse pegados
estáticos

hasta que la muerte los separe

lunes, 9 de noviembre de 2009

Amor planta

Hoy se seca nuestro amor,
y nadie lo podrá regar mañana


crecer
no crecemos con anillos
como los árboles

Crecer me decís
iniciar cambios latentes
suena a semilla
a amor botánico...

pero es difícil saber qué devuelve una planta
tiene otro sexo

amor gratuito de jardinero

jueves, 8 de octubre de 2009

Crónicas del mar



¡Buen día dijo el sol al buey almizclero!

El perro vaciló en morder.
Pero el asunto se embromó,
viví un estado de laxitud largo

Dromedario en el desierto
Las noches boxearon mi abdomen escuálido
Durante horas enteras excreté planetas como Venus, Mercurio,
[Marte.

Pero el sol fritó algunos cornalitos que me aliviaron el alma.

Sus cabecitas pequeñas...

La aleta dorsal los dirigía en el plano horizontal
a la boca de una linda ballena
de la que me enamoré perdidamente

Su boca eternamente abierta
degustaba mis cornalitos fritos enharinados,
en la tarde con la marea baja

Encallados entre un rebaño de corderos nos mimábamos,
y nuestra red iba juntando los preciados pececitos.
En una punta su boca que sostenía la red,
en el otro lado un ejército de caracoles que trabajaban por mí.

Mi corazón relampagueaba tranquilo bajo su coracita calcárea,
blanca como el derrame lácteo en el mar de mi ballenita,
estrellitas en fuga como hilos blancos
que jugaban a la soga con nuestra red cuadriculada,
los rayitos para un lado y luego para el otro,
y los cornalitos, que no eran como las estrellas,
de uno en uno se acumulaban.

Y era hermoso cómo la ballenita con sus primeros estrógenos
y mi ejército de caracoles llenaban el balde.
Luego un pulpo lo expulsaba
en una brusca expansión de sus tentáculos hacia el aire
para que una cigüeña lo tomara con su pico y lo trajera a mi lado.
Los blanqueaba con lindos campos de trigo un reptil amigo,
y yo disfrutaba tanto al ver la ternura aquella…

Ingerí muchas primaveras,
y en el verano la ballena me ofreció su lomo
para rociar de blanco la magnífica oscuridad del fondo del mar.
Pero mi laxitud proseguía
y mi felicidad encallada en la arena
no me dejaba ver mejor obra.

Hedónico desenlace.

Pero el perro no vaciló en morder esta vez,
y cuando al fin sus colmillos me tenían como presa,
el buey almizclero me subió a su lomo
y me llevó con la ballena.


Martín Papaglia

viernes, 21 de agosto de 2009

Dionisio en calzoncillos


(repetir murmurando, cada vez más rápido:)
Vení vino por las idas
digo ido por el vino


cooooooooooooooooorre!

COOOOOOOOOOOORRE!

Agita el pitulín!

bebe libre
bebé libre
que hay canilla sin cadenas sin corral

corre!

Agita el pitulín!

agua va!

corre al río a la escondida y vomita allí tu alma
lávala y regresa humedecido
por más vino

corre!

A regar las plantas de tus pies humedecidos
el verde del abrazo enfurecido

Agita el pitulín!

Evohé! dice la loca enredadera
la oscura mutisia enroscada!

Quiñilhué! Evohé!

La tierna madreselva,
trepadora, se expande
y la letra se achica!

Corre por más vino!
Evohé!

dados




Nombrás una cosa como un dado, largalo con fuerza, que tiene que rodar varias caras antes de asentarse en la superficie lisa cuando se le acabe el impulso... siempre y cuando sea lisa la superficie porque en caso de alguna irregularidad vuelta a rodar el dado la cosa la palabra y ni te cuento si hay pendiente, si hay pendiente el salto se multiplica y va nombrando más cosas hacia abajo profundo.

Vos viste las piedras caer la ladera? Escalones de roca las rebotan y resuenan PAC! y hacen pausa girando en el aire bailarinas, y se lanzan furiosas de haber olvidado el deber de caer y no girar graciosamente en el aire, más bien cortarlo hacia abajo en clavado denunciando que no las retiene, increpando a los bordes que las rebotan PAC! y con más fuerza las largan.

Y ya miran el lago los dados majestuosos como cóndores silbando en el aire, pero ellos callados en picada de frente al agua acelerando el clavado y PLAF, parece que ya está, y el alma se le va en torno con las gotas salpicadas en aureola y ahora el dado ralenta sus caras llegando al fondo oscuro que le irá disolviendo de a poco las marquitas dejando sólo un relieve en Braille invertido para algún buzo afortunado... si no lo morfa una trucha.

Borra

Hay una puerta al fondo del café negro
entre la borra

Una puerta que mira hacia arriba
cuarto a la espera de ser inundado

Una taza bajo la taza sobre la taza sobre mi plato
multiplica un rascacielos de frágil cerámica

En este circo exponencial de torres de café
la taza de arriba, que baila frenética, no sabe
que ya no hay pulso que salve el ruidito
solapado al parloteo de las tazas

amenaza de sismo continuo
temblando en las propias palabras

Quiero decir

Quiero decir unas palabras
de lo que quiero

quiero un Gran Tazón Rojo y al fondo
una mirada por llenar

quiero no sé
que venga la lluvia que moje
mi invocación de brujo
mi círculo inútil

remolinos en frío

mi boca reseca
mi arena y mi tacita roja
que se hizo chiquita

quiero algo que abrigue tres cachorros y no puedo
una pala de tierra quiero
enterrarme a veces

tres cachorros resecos
quiero decir algo de ellos
su rinconcito destetado

decir algo en fin
de lo que tengo olvidado

miércoles, 19 de agosto de 2009